CARTUJO CON LICENCIA PROPIA

domingo, 12 de febrero de 2012

MI PRIMER EXAMEN DE MORAL

Bueno, voy ya por el cuarto ciclo formativo y los tres anteriores aprobados con sobresaliente. No, no soy un empollón. Es que me gusta esto, aunque reconozco que la ortodoxia teológica me resulta farragosa en según qué casos. En este la dignidad humana. No se puede estar más en acuerdo.

Buen domingo.


EL HOMBRE, IMAGEN DE DIOS

Actividades

1.     Exprese el significado de los siguientes conceptos:

a.     Dignidad del ser humano: La declaración universal de los derechos humanos (París 1948), establece en su Artículo 1. Que “todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros.” Desde el plano religioso, admitimos que la dignidad, al sujeto se la confiere el creador, pues al crearle (Gn 2) le hace partícipe de sus designios, le hace coparticipe en el sostenimiento de lo creado, y le confiere su propia dignidad divina –en cuanto al Espíritu- y humana –cuya imagen es Jesucristo-, para ser en el mundo el propio reflejo de Dios sin atribuciones omniscientes.



b.     Comunión interpersonal: Todos los humanos entre sí, tenemos un vínculo –no filial pero si generacional-, que nos implica de alguna manera en la vida de los demás. El ciclo de la vida está sujeto a un orden establecido, como establecido queda desde siempre la cadena alimenticia entre los animales y los seres humanos. Todo está sujeto a un orden, que aunque pudiera alterarse, siempre desemboca en la corriente continuista de toda evolución de la especie. El ser humano, no puede ignorar su labor para con estos ordenamientos y desvirtuar el compromiso inherente que le una a la humanidad y lo humano. Es esta la relación o comunión interpersonal, que desde el respeto a la persona –como sujeto individual- y las cosas –como bien común- está llamado a sostener, compartir y respetar.





2.     Señale las ideas fundamentales del apartado 2, “La unidad de la persona humana”.

Creo que las ideas fundamentales, residen en considerar la inseparable dualidad física-pneumatológica (corporal y espiritual), que residiendo en el mismo sujeto, misma persona; son de distinto carácter y naturaleza. Será la conciencia humana, iluminada por el conocimiento de la voluntad de Dios, la que indique al sujeto cuales son los modos más acertados para ser y estar en el mundo como personas.

El cuerpo y el espíritu son dos naturalezas, que viven en un espacio único. Y que por sí mismos tienen que armonizarse. Por ello, debemos hacer un uso responsable de nuestro cuerpo, ya que está llamado a relacionarse con las cosas y personas del mundo, como imagen de Dios y Templo de su Espíritu.

Desde el plano Espiritual, podemos observar todo lo bueno que se nos ofrece ante nuestros ojos, pues como seres de espíritu, estamos llamados a la comunión con Dios, desde una plena apertura a su voluntad para con nosotros.



3.     Señale dos consecuencias prácticas de la afirmación “El hombre es imagen de Dios”.

Señalo aquí la dualidad divina humana, por medio de la cual Dios se relaciona con nosotros y nosotros con Él; y otra en la que somos nosotros –inter relacionados con Dios- los que nos relacionamos con las otras personas.

Al otorgarnos su dignidad, Dios nos convierte en parte de Él mismo. Nosotros igualmente al ser fieles a Él, le hacemos participe de nuestra realidad. De este modo, podemos llegar a ser imagen suya.

E igualmente, siendo conscientes de esto; admitamos en nuestra relaciones personales que el otro sujeto, con el que vivo con el que comparto, igualmente es -o puede ser- imagen de Dios, pues como persona tiene conferida la propia dignidad del creador.



4.     Proponga un ejemplo de la vida real en que la persona sea utilizada como medio para obtener un fin.

A grandes rasgos y para no extenderme demasiado, pienso en la inhumanidad de la esclavitud. Privar de libertad a un ser humano, explotarle para obtener unos fines materiales. Este puede ser un ejemplo real, para comprobar que es posible anular el sentido de Dios y ofenderle, si se lesiona la dignidad de un ser humano.