CARTUJO CON LICENCIA PROPIA

viernes, 25 de noviembre de 2011

CELEBRACIÓN DE ADVIENTO

CELEBRACIÓN DE ADVIENTO
Imprescindible la presencia de Jesús. Puede hacerse presente por medio de la Palabra, que se colocará en el centro. Cuatro velas de diferentes colores, indicarán el camino del Adviento. Pueden ponerse símbolos o carteles alusivos a la esperanza, e incluso cortes de periódicos que denoten la violencia y el consumismo.
Hay que preparar una piedra hermosa, para la ofrenda.
La piedra será en eje central de la reflexión.
(El Cartujo con licencia propia, autoriza la publicación o utilización de este material indicando su procedencia)

“Al encuentro del Dios en la Vida.”

*COMIENZO Y BIENVENIDA
            Bienvenidos seáis todos a este lugar de oración, para que reunidos en el nombre de Jesús y su esperanza, en compañía de los hermanos y junto a Dios; discernir, pensar y reflexionar al comienzo de este precioso tiempo de Adviento en el que nos preparamos al encuentro con Jesús el Hijo de Dios.
            En nuestra cabeza, mil preguntas que hacer, como ante cualquier comienzo de un camino determinado.
            ¿Cual es nuestro papel en la Iglesia, como desarrollamos nuestra vida como Iglesia y como proyectamos nuestra vocación específica a favor de los hermanos? ¿Soy fermento y esperanza? ¿Fomento la desesperanza?
            Antes de nada y para dar comienzo a este/a  retiro-celebración, pedimos a Dios que abra nuestros corazones a la escucha de su Palabra y nuestros labios para compartir con los demás nuestros pensamientos.

*HIMNO PARA COMENZAR LA ORACIÓN. (a dos coros)
Levanta, pueblo mío, ponte en pié,
no te quedes postrado en tu tristeza,
llorando tu vejez y desencanto.
           
Ahuyenta los temores y las dudas.
yo he vencido por siempre las tinieblas,
no son nada, que yo he resucitado,
y tu liberación está muy cerca.
           
Levántate, hijo mío, levanta, alza tu cabeza,
perfumado con óleo de paz y alegría,
y ponte ya en camino esperanzado.
El viento del Espíritu te empuja,
el fuego del Espíritu te enciende,
sentirás mi presencia renovada.

Ayuda a levantarse a los hermanos
heridos y apartados del camino,
y diles en mi nombre palabras de evangelio,
aplica en sus heridas el vino y el aceite,
regala las monedas de la fe y de la esperanza
y alienta, boca a boca, el soplo de mi Espíritu.
Y así, despiertos y gozosos, apasionados,
preparad la llegada de mi Reino.

“pase de este mundo”, su maldad y su mentira,
que todas las ciudades olviden el pasado,
herencia de Babel, con rapiñas y violencias,
y empiecen a llamarse con nombres,
de amistad y de justicia.
Encended vuestras lámparas, hambrientos
de Parusía.

¡Si tú supieras...!(Cáritas)

*ORACIÓN DEL GUIONISTA:
Dios, y Padre Santo que nos amas y nos buscas.
Siempre pudo Israel –tu pueblo-, contemplar la ocasión de esperar en tu bondad, por la confianza que en tu depositaron.
No permitas que la falta de esperanza, paralice nuestra vida de fe y nuestro compromiso de caridad; guíanos al encuentro con tu Hijo Jesucristo para que de nuevo podamos participar en las tareas de su Reino.
Esperanzados, animados, abiertos a la vida y sus múltiples maravillas.
Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

*LITURGIA DE LA PALABRA
  
*Amos 5,21-24. Detesto vuestras fiestas...
*Isaías 1,11-18.  No me traigáis mas dones vacíos...
*I Pedro 2,2-9. Jesús, piedra angular de los cristianos...

O F R E N D A    D E   L A    P I E D R A
(la piedra es traída por una pareja y colocada en sitio visible, a continuación se lee el sentido de la ofrenda)
            Esta piedra ha sido modelada por el viento y el agua a lo largo del tiempo, pero en su esencia permanece inconmovible.
De esa esencia, participa cada persona creada por ti, Padre de amor; pues de la propia tierra extrajiste la materia y le insuflaste tu Espíritu, para hacernos personas semejantes a TI. ¡Ni más, ni menos que como Cristo!
Cristo es la piedra verdadera, la piedra angular, la única que es inalterable. Sobre esta piedra queremos construir una fe sólida y fuerte, que cimiente nuestra vida cristiana, y una comunidad que se distinga por sus hechos más que por sus palabras. En esta piedra, símbolo de Cristo, ponemos nuestros anhelos: que perdure nuestra fe a lo largo de los años, que nuestra vida se modele en el amor y en la justicia, que no tropecemos en ella por nuestras ansias de poder o de riqueza, que un día se haga realidad, en sus cimientos, el reino de Dios. En ti, Señor, ponemos hoy nuestra esperanza en que nos ayudes a estar verdaderamente fundamentados en ti.

(Se puede cantar)
“Tu Palabra me da vida, confío en ti, Señor.
Tu Palabra es eterna, en ella esperare.”

+ Mateo 13,10-17. !Dichosos vuestros ojos porque ven, y vuestros oídos porque oyen!

*REFLEXIÓN A LA LUZ DE LA PALABRA.

Testimonio de un religioso
...encuentro a Jesucristo en aquellos que se empeñan en la construcción  del Reino...
Cada noche me planteo esta pregunta: ¿qué ha sido hoy Jesucristo para mí?
Recordar a tantos hombres y mujeres que desde hace tiempo reconocieron en el hombre llamado Jesús un ser formidable, es para mí esencial. Se hacía presente a cuantos encontraba. Apasionado por la verdad, suscitaba un despertar “dimamizante” y divino. En una palabra, se trata de Alguien que ha puesto en pie a los hombres, cara a un porvenir de amor, de paz y de justicia, comunicándoles el deseo de caminar para construir ese porvenir.
No tenemos ya con nosotros al hombre visible. ¡Ha muerto! ¡Ha resucitado! No lo veo, no lo encuentro. Pero veo su acción en los hombres y mujeres que se levantan para construir un mundo nuevo. En un periodo de hondos cambios a todos los niveles, me siento comprometido con Él de muchos modos. Tropiezo con hombres y mujeres que reclaman amor, paz, justicia, respeto, participación, libertad. Tropiezo con Él, con mayor frecuencia en hombre y mujeres que quieren salir de la miseria enloquecedora, que esperan en situación desesperada, que siguen amando frente a la ingratitud y el odio, que buscan la unidad desgarrados por el egoísmo que divide.
Sí, lo encuentro en aquellos que están empeñados en la construcción del reino. Para mí, Jesucristo es todo eso. En una palabra, es la humanidad que yergue(levanta) la cabeza.

Continua el guionista diciendo:
Por eso es tan necesario que actualicemos nuestra condición de hijos de Dios y seamos conscientes de “en qué” estamos fundamentados. Solo así llegaremos al convencimiento pleno de que a Jesús se llega por medio de la sinceridad, la justicia y los actos nobles del corazón. 

No podemos mercadear con Dios, ni engañarle ni engatusarle con falsas ofrendas de las cuales a Él, solo le interesa la intención con que nuestro corazón las ofrece. 
Jesús es el cimiento de nuestra Iglesia, pero para tener conciencia de esto debemos de sentirnos exclusivamente amados por Dios, y creer que somos parte necesaria del edificio de la Iglesia del cual Jesús es la piedra angular; y siendo así sentirnos como piedras que conforman una gran muralla, una comunidad de gente unida que trabaja en pos de una misma cosa. 

No es valida ante Dios la actitud de muchos cristianos en colectivos, asociaciones, hermandades, comunidades, equipos o jerarquías; que se sienten llamados a trabajar por el Reino de Dios pero no para beneficio de la gran comunidad cristiana. Ellos trabajan su parcela de Reino de Dios para percibir los frutos y apuntarlos en su haber.

Honestamente, ¡no se trata de eso! Eso es vacío y deformación del ideal humano-cristiano que quiere que todos los hombres estemos equiparados en igualdad de condiciones y derechos y nos mantengamos en la unidad del Espíritu con el vinculo de la paz.

Por tanto deja de sentirte llamado a labrar tu pedazo de Reino de Dios y abre la mente, los oídos y los ojos para ver y percibir quién y qué, reclama o necesita tu ayuda para que entre los dos o entre todos se haga presente Jesús en nuestras vidas.
  
*REFLEXIONAMOS POR GRUPOS
1-¿De qué contenidos está lleno mi culto a Dios?
2- ¿Soy consciente y consecuente de mi situación en la Iglesia?
3- ¿De que manera puedo encontrarme con Dios en la vida?
(si se considera oportuna la dinámica, cada grupo por separado e intentando mezclar a la gente se separan y ponen en común su pregunta, desarrollándola y realizando una ponencia final con la realidad y/o actitudes.)
  
*PARA COMPARTIR
Tu Reino, Señor, está dentro de mí.
Tu Reino, Señor Jesús, habita dentro de mí;
tu Reino es como un tesoro escondido dentro de un campo;
llevo en el fondo de mi ser la libertad y el amor,
la justicia y la verdad, la luz y la belleza.
Llevo dentro de mí el amor de tu Padre que me llama;
la gracia de tu amor que me salva y libera,
la amistad y comunión de tu Espíritu que me hace fuerte.
¡Tu Reino, Señor, habita dentro de mi: Gracias!

Tu Reino, Señor Jesús, está en medio de nosotros.
Tu Reino se ha hecho presente en nuestra comunidad.
Llevamos en el fondo de nuestras relaciones como hermanos,
la bondad y la ternura de tu Espíritu de amor;
llevamos el gozo y la gracia de tu presencia resucitada;
llevamos la misericordia y la compasión de tu Padre.

Tu Reino, Señor Jesús, habita en nuestra Iglesia.
Tu Reino está presente en medio de los creyentes.
Llevamos en nuestros corazones la semilla de tu Palabra;
llevamos en el fondo de nuestro ser el amor de tu Espíritu.
Cuando compartimos los bienes, tu Reino se hace fuerte.
Cuando oramos juntos, tu Reino se manifiesta.
Cuando ayudamos al necesitado, tu Reino se desvela.


Somos, Señor, en tu Iglesia fermento de tu Reino.
Somos, Señor, en tu Iglesia, sal y luz del mundo.
Tu Reino, Señor, habita en medio del mundo.
Tu Reino está presente-oculto en medio de los hombres.

Donde el amor es más fuerte que el odio, allí está tu Reino.
Donde el perdón es más fuerte que la venganza, allí está.
Donde la verdad es más fuerte que la mentira, allí está tu Reino.
Donde la libertad es más fuerte que la opresión, allí está.
Donde la justicia es más fuerte que la opresión, allí está tu Reino.
Donde la ternura es más fuerte que el desamor, allí está.
  
Tu Reino está presente y llena la Casa de los cielos.
Caminamos hacia tu Reino, Señor: anima nuestra marcha.
Caminamos con esperanza: alienta nuestro cansancio.
Caminamos con fe, con los ojos puestos en ti: ven a nuestro encuentro,
¡ven Jesús a nuestro caminar!
Caminamos unidos como un solo pueblo: buscamos el rostro del Padre.
Caminamos como peregrinos en la tierra: seremos hombres nuevos para siempre.

Señor Jesús, danos tomar parte ahora, entre los hombres, de los duros trabajos de tu Evangelio de libertad; danos la fuerza de tu amor para ser testigos libres y gozosos del Reino que tu Padre nos ha dado; un Reino para ahora y para siempre.
            Contigo decimos al Padre: ¡Venga a nosotros, Padre nuestro, tu Reino!

*PRECES A LA LUZ DEL SALMO QUE HEMOS LEIDO.
EJ: Señor que, caminemos unidos como un solo pueblo. (todos dicen) Maranatha, ¡ven, Señor Jesús!

*PADRE NUESTRO DE ECLESALIA
Padre nuestro, que no estás en ese cielo lejano que nos dicen, sino aquí, junto a tus hijos, especialmente con los más necesitados.
Quiero alabar tu nombre, como creador de toda la naturaleza, de todas las cosas bellas que nos rodean, las plantas, los animales, los ríos con sus preciosas cascadas, y del hombre y de la mujer, a los que has hecho a tu imagen y semejanza.
Ayúdanos a hacer tu Reino aquí en la tierra, pero que sea con nuestro esfuerzo, a pesar de todas nuestras contradicciones.
Pero que esa construcción de tu Reino sea como tu quieres, un Reino de justicia y equidad, donde, para que todos/as tengamos nuestras necesidades cubiertas a nadie le sobre nada.
Haz Padre que todos/as podamos conseguir el pan, las alubias o cualquier alimento necesario, así como el vestido y todo lo que necesitamos para tener una vida digna, pero que sea con nuestro trabajo, porque el pan con esfuerzo es mas pan.
Te pedimos Padre que nos perdones, nuestros egoísmos, nuestras incomprensiones y todas nuestras faltas de sensibilidad hacia los demás, así como nuestras omisiones en el proceso del Reino y nuestras actuaciones contra la belleza de tu creación.
Te lo pedimos, con la intención nuestra de perdonar a todos/as los/as que nos ofenden, y de no retener en nuestro interior ningún resquemor, de tener siempre los brazos abiertos a todos.
No dejes que deseemos riquezas o bienes que no necesitamos, porque para que a nadie le falte lo necesario, nadie debe de tener lo superfluo.
Y líbranos de estar cansados o agotados en nuestra labor, porque siempre hay algo que hacer, hasta que llegue tu Reino. Amen.

*ORACIÓN FINAL
            Te damos gracias, Señor y Dios nuestro, por que has creado el universo, los animales y todas tus criaturas, y a las personas las creaste a tu imagen y semejanza. Aunque aún nos queda mucho trabajo para conseguir un mundo más humano, hay aquí y allá signos de esperanza. Queremos cooperar en los procesos de pacificación en el mundo y en nuestras casas y comunidades y conseguir que reine la justicia sobre el racismo y la intolerancia. Que todo se edifique sobre la piedra angular de tu Hijo Jesús Señor nuestro, que vendrá muy pronto a nuestros corazones y al cual esperamos con alegría. Que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

*BENDICIÓN 
(La comunidad reunida en ausencia del sacerdote, se inclinan ante la presencia y sin hacer la señal de la cruz sobre si mismos dicen al unisono) 

            + El Señor, nos bendiga y nos guarde y nos lleve a la vida eterna. Amén.
            Podemos ir en paz.

Oración realizada hace bastantes advientos, por la delegación de Liturgia y catequesis de la Parroquia de San Sebastián de Estepa (Sevilla)