CARTUJO CON LICENCIA PROPIA

jueves, 18 de noviembre de 2010

Carta a alguien, que no se ha ido.

Carta a alguien, que no se ha ido.

Mi muy querida amiga:
El contestador del teléfono de tu casa, casi tiene voz de “no me llames de momento”. Por ello recurro al sensible y romántico vehículo de las letras, que nunca dejaran de sorprendernos.
¡Que te digo!. ¿Qué el sábado pasé unos duros momentos, de esos en los que te falta el airé, pues me dijeron que te marchaste?. Sin dramatizar, puede que fuera más que eso, pues sentí dolor no solo por ti, sino por varias personas que te rodean y a las que quiero. La espera fue larga aunque solo transcurrieron unos minutos hasta la llegada de una información certera.
En definitiva, no se ni me importa lo ocurrido. Y por los deslices que causan las lenguas habidas de chismorreos, maldigo las malas interpretaciones y junto a esto me alegro por poder escribir estas letras a alguien muy querida que no se ha ido. Sino que vive junto a nosotros en este mundo y hoy, y con toda seguridad mañana y pasado, vera la misma puesta de sol que yo. Mi querida amiga, ¿Por qué la vida nos juega estas malas pasadas de vez en cuando?. ¿Será para que valoremos de una manera efectiva lo que tenemos?.
Supe de tu tristeza en semanas anteriores. ¿Qué te hace falta […], o que desdeñas?. Me pregunto esto demasiado, como si al hacerlo se fuera a cumplir mi deseo. Muchos te consideramos una persona colmada. Muchos me consideran un hombre colmado. Pero ambos sabemos que esta vida, esta magnifica vida, es un continuo superar barreras y sortear dificultades. Pienso mucho, que quizás me gustaría ser amado, y […]. Y tener…; ¿tener qué […]?. ¿Qué podemos pedir, ni siquiera a la suerte cuando nos falta la ilusión?. Creo que Dios hace a las personas lo que son, pero que sin querer nuestra infelicidad, lejos de esto, Él pone en nuestras manos las armas oportunas para descifrar su presencia y llenarnos de Él en momentos concretos de la vida. Cuando te escribo esto es casi medio día y dentro de un rato en el pos-almuerzo, tengo pensado ir a La Salada y caminar por la sierra del “Hacho”. Mi caminar casi siempre se hace oración, y hoy te tendré presente de una manera particular. Te cuento. Hace años por la misma sierra, me senté estando casi en la cima a contemplar el bello paisaje y me quede embelesado. Me tendí en un claro de verde y por un momento perdí la noción del tiempo. La sensación que tuve era que la montaña me había absorbido, hasta el punto de formar parte de ella siendo una sola cosa. Sentí su energía y todo lo positivo que circula por los entresijos de las raíces subterráneas, percibí de una manera tremenda el olor de lo aromático, e zumbar de las abejas que sobrevolaban mi cabeza, me sentí a ras de la tierra y solo desperté minutos después, cuando “Ebra” mi fiel compañera que en gloria esté, me lamió cariñosamente la nariz. Al levantarme fui consciente de lo ocurrido pero no sabía explicarlo. Solo supe que al levantarme de aquel lugar sentí en mi una energía, una alegría y una sensación tan bonita que por prudencia callé y con pocas personas he compartido. Entendiendo que soy hombre de fe y siendo consciente de que Dios, naturaleza y personas son lo mismo; comprendí que lo experimentado fue una experiencia vivida con aquello que nos trasciende y que vive y nos alienta y nos da energía para vivir y mantener la ilusión. 
Deseo de corazón que seas capaz de descifrar esa energía en tus momentos de meditación o junto a los tuyos o cerca de ese hermoso valle de tomillo que te cerca. Deseo que encuentres motivos para vivir hasta en las bellas arrugas que surcan el cariñoso rostro de tu madre. Deseo que vivas libre, sin ataduras de amistades pasadas o malos trances que solo el tiempo dejo atrás. Deseo que seas una sola cosa con […] y que juntos sigáis educando a vuestros hijos como la excelente familia que sois. Deseo tomarme cien cafés contigo, o a solas, pero siendo consciente de que como persona de vida que eres, estas en casa o cerca de un corazón que late. Porque querida amiga, no te has ido. Aun no.
Mil besos desde el corazón.

Atte. Floren.
Estepa a 16 de Noviembre de 2010. Laus Deo.

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